domingo, 12 de enero de 2014

Hava Lehmann

Era el año 39 y Hava Lehmann, de tan solo 16 años y nacida en Polzen, un pueblecito alemán que hoy en día pertenece a Polonia, huía de la guerra dejando atrás a su familia y demás seres queridos...Bajo falsas identidades y saltando de país a país, consiguió ir escapando de la muerte gracias a gente buena de gran corazón que arriesgaba su vida ocultando y ayudando a los perseguidos.
Así, en el año 41 llegó a Holanda, donde una familia de granjeros la escondió en su casa. Durante el día ayudaba en los quehaceres diarios, con el fin de aparentar la mayor normalidad posible entre la vecindad.
Una mañana y estando sola en casa, oyó el motor de un coche acercarse. Cuando miró entre las cortinas, vio un jeep con tres alemanes uniformados. Tratando de mantener la calma, les abrió cuando éstos llamaron a la puerta. Mientras dos de ellos registraban la casa, uno de ellos le pidió que se sentara para interrogarla. Como ella apenas hablaba holandés, fingió un mal alemán para que no sospecharan. Cuando le preguntaron por qué sabía alemán, se inventó que de pequeña había vivido allí unos meses con su familia, aprendiendo así el idioma.
-Trae tu documentación-, le ordenó el soldado.
Lo normal es que la gente como ella que vivía bajo falsas identidades, cambiara de documentación cada pocos días, por lo que en ocasiones no tenían apenas tiempo de aprenderse la nueva información antes de que alguien les parara para interrogarles. Pero la noche anterior Hava había tenido una premonición. Sin poder conciliar el sueño, se había levantado por la noche para aprender todos los datos de sus últimos documentos. Por lo que cuando el soldado la interrogó para ponerla a prueba, pudo contestar correctamente a todas las preguntas.
Cuando esa tarde la familia regresó a la granja, Hava les contó lo ocurrido. - Tienes que huir-, le dijeron. - Volverán a por ti. Debes irte ya-.
Sin más equipaje que lo que llevaba puesto, huyó en bicicleta al pueblo más cercano. Ya era de noche en una tarde lluviosa.
Pero la vida quiso ponerle de nuevo a prueba, así que mientras pedaleaba para llegar a su nuevo destino lo antes posible, un camión con unos veinte soldados alemanes se cruzó en su camino. Al verla, se pararon y le preguntaron que adónde iba. Con aquella lluvia y siendo ya de noche, se ofrecieron a llevarla. - Y ahora qué hago??-, se preguntó. - Me subo a un camión lleno de alemanes nazis o les digo que continúo el trayecto en mi bici?-. Consciente de las sospechas que podría levantar el negarse a subirse, decidió irse con ellos. Era tal la tensión de la situación, que de ese trayecto no puede recordar nada. Sin saber cómo, a los 15 minutos esos mismos soldados la dejaron en su destino. Nuevamente había salvado su vida. Por los pelos.
Una vez finalizada la guerra, Hava consiguió huir a la entonces Palestina, donde años más tarde tuvo a su única hija, madre de un buen amigo mío.
Pero hay más.
Hava era también una gran pintora. Tenía la habilidad de reflejar a través de sus cuadros la realidad de una manera muy fiel. En uno de sus cuadros pintó la granja que años atrás le había dado cobijo.
Murió relativamente joven de cáncer.
Su hija, unos años más tarde y sin más información que la del cuadro y el nombre del área donde se encontraba la casa, decidió ir a buscar a esa familia que un dįa había ayudado a su madre de una manera desinteresada...
Tras unos días de intensa búsqueda y con ayuda de la gente local, consiguió encontrar la granja.
Tras llamar a la puerta y esperar unos minutos, un señor muy mayor y arrugado se asomó al umbral. Al verla comenzó a llorar. Lloró sin parar durante quince largos minutos....Esa mujer desconocida que tenía delante era el vivo reflejo de su madre...el de aquella niña de 19 años por la que tantas veces se había preguntado...
Ya con un café en la mano, le contó que, efectivamente, los soldados habían vuelto al día siguiente para llevársela...

4 comentarios:

  1. Me ha emocionado..Apasionante

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  2. Una historia triste con un final feliz.Cuántas habrá con finales trágicos que no hayan podido escapar a los horrores de la guerra , del holocausto en este caso, pero cuando a esas personas les pones nombre , apellidos, edad etc aún resulta, si cabe, más escalofriante.
    Dar a conocer esta historia es un pequeño homenaje a Hava.
    Estos pequeños testimonios son una auténtica lección para la vida que te ayudan a crecer aún más como persona.Un besazo!!!

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  3. Personas valientes y apasionadas como tú ayudan a reavivar terribles experiencias que nos provocan emociones justificadamente dolorosas, que, de otro modo, quedarían en el olvido.
    Tus testimonios despiertan y hacen reflexionar sobre una parte monstruosa en la Historia de nuestro Planeta y como consecuencia, sobre nosotros mismos.
    Hava, gracias a tu pluma, nos entrega generosamente sus miedos e impotencia, pero también su fuerza, su poderoso amor a la vida.
    Tu nos regalas, como postre, la Esperanza en un futuro más justo, al darnos a conocer a su hija.
    Gracias, una vez más, por empatizar con vidas auténticas y desnudar sensibilidades.

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  4. Muchísimas gracias...Muy probablemente vaya a conseguir alguna foto de Hava y ese cuadro, que compartiré con vosotros :). No hay nada como darle voz a la historia...

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