miércoles, 26 de febrero de 2014

Carácter israelí


Entre las muchísimas cosas que me apasionan de este país, se encuentra el carácter israelí, la forma de ser de su gente.



Obviamente no hablo de los extremos de la población, hablo del judío laico o judío tradicional principalmente. No es que todo me guste de ellos, pero sí me parece que tienen grandes virtudes...



¿Qué no me gusta? No me gusta en bastantes ocasiones su 'chutzpah' o 'mala educación'. Aunque no se puede generalizar, es cierto que en este país no se conoce muy bien el concepto por ejemplo de hacer una cola. Para subir a un autobús, en el supermercado, en el cine...Si pueden y no estás alerta, se te van a colar…


El sector servicios tampoco se caracteriza por su buen trato y amabilidad. Si vas a un restaurante, lo normal es que te traten más bien regular, a veces hasta mal. Supongo que es porque todo está siempre lleno que no les importa. No te necesitan...El lugar que sea seguirá estando lleno sin ti. Eso sí, si no dejas el 10% de propina te la reclamarán…


En los supermercados al principio me enfadaba por no recibir contestación al dar los buenos días, o las gracias al irme. Pero tras unas semanas indignada decidir seguir su estrategia. Así que ahora voy al súper, pago y me voy. Simple transacción. Cuando casualmente me encuentro con algún trabajador amable, devuelvo esa amabilidad.
Esa mala educación también se refleja en la carretera. La conducción en este país es bastante caótica y hay que tener muchos reflejos para evitar los accidentes...No sé qué se les enseña aquí en las autoescuelas pero lo que sí me queda claro es que sea mucho o poco, en la práctica no cumplen con nada.

¿Y qué me gusta de los israelíes? 


  • Su sencillez: el aspecto físico de un israelí nunca te va a indicar el dinero que tiene en su cuenta bancaria, o su profesión, o si ha ganado un Premio Nobel de Química, ya que cuando les ves entrar por la puerta bien podrías pensar que se trata de un fontanero, o conductor de autobuses (con todos mis respetos). Lo normal es que vayan a las conferencias en vaqueros, deportivas y una camiseta desgastada. Es muy raro ver a un israelí de traje y corbata, y muchísimo menos engominado. Incluso para las bodas visten de una manera mucho más sencilla, con un pantalón oscuro y una camisa para ellos es más que suficiente..y ellas pueden incluso llegar a ir en vaqueros. Esa informalidad a la hora de vestir también se refleja en la calle . No significa que no les guste ir a la moda, ya que hay tiendas de diseñadores locales aquí muy buenas y muy caras, pero es un estilo en general muy desenfadado.
  • Su pragmatismo: la gente directa a veces gusta y otras molesta...Los israelíes no le dan muchos rodeos a las cosas..No les gusta perder el tiempo. Si quieren algo lo dicen. Si no les interesa también te lo dicen, sin problema. Son honestos y van directamente al punto importante del asunto que se esté tratando.
  • Su hospitalidad: no es necesario llevar mucho tiempo en Israel para que la gente te abra las puertas de sus casas y compartan contigo sus costumbres y tradiciones..Lo hacen por el simple placer de compartir y con muchísima naturalidad. Cuando te invitan a algún evento consiguen que te sientas parte de la familia.
  • Su mentalidad abierta: supongo que es por la historia de 'su pueblo', por haber sido siempre un pueblo errante que ha tenido que adaptarse a las circunstancias del momento y lugar, que en general los israelíes son muy muy abiertos de mente. Me sorprende ver cómo piensa la gente mayor en este país, cómo razonan. Y también me gusta mucho el hecho de que aquí a la gente local le encanta abrirse a la gente de fuera. Es muy fácil hacer amigos israelíes porque tienen las mismas ganas que tú de conocer gente nueva y organizar actividades.
  • Su diálogo: a los israelíes les encanta hablar y debatir, pero pocas veces les veo imponer sus opiniones. Dicen que de una conversación entre dos judíos siempre van a salir 3 opiniones diferentes. Y las 3 pueden ser perfectamente válidas...Lo importante es acercar posturas.
  • Su dinamismo y empuje: para mí es sencillamente increíble ver el progreso que se ha hecho en este país en sus apenas 66 años de existencia...Pasar de una tierra sin recursos naturales, con malaria, en la que casi la mitad del territorio es desierto, rodeados de enemigos por todas partes, con una tierra poco o nada fértil, con graves problemas de abastecimiento de agua...y haber llegado a convertirse en referentes mundiales en muchos sectores de la alta tecnología como la biomedicina está claro que no se consigue por casualidad...Requiere mucha imaginación, dinamismo, fuerza y empuje. Y lo veo en el día a día. Veo cómo piensan, como actúan, cómo se mueven..y entonces entiendo el por qué.
  • Su cariño y aprecio hacia España: creo que en los meses que llevo aquí no ha habido ni una sola persona que no haya expresado su simpatía hacia nuestro país, nuestra cultura y nuestra lengua. Siempre te sonríen cuando dices que eres española. Es muy común encontrar israelíes que chapurrean el español, bien porque ven telenovelas sudamericanas (aquí la televisión no se subtitula) o porque han viajado por sudamérica al terminar el ejército durante unos cuantos meses. A los israelíes les gusta mucho nuestro país, si no han estado quieren estar y se sienten muy cercanos a nosotros culturalmente. A fin de cuentas ambos somos países mediterráneos...y disfrutamos con las mismas cosas: la buena comida, la diversión y la conversación.



Seguro que me dejo muuuuchas cosas en el tintero pero estas son algunas de las cosas que me vienen ahora a la mente...

2 comentarios:

  1. Excelente análisis, muy bien planteado y escrito de un modo desenvuelto y ameno, como todo el blog. Enhorabuena..

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  2. Muchas gracias Rober :)

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