sábado, 2 de noviembre de 2013

Rina´s class study group

Así es como se llama el grupo que hemos creado para quedar los sábados por la tarde con el pretexto de estudiar hebreo..


Sin embargo, debo decir que si bien hacemos los deberes y estudiamos, esas clases significan para mí mucho más que el simple hecho de aprender un nuevo idioma. Aunque la invitación está abierta para toda la clase, no somos muchos los que quedamos. De hecho somos un grupo muy reducido, pero no por ello poco interesante. 

Nate es mi buen amigo japonés. Desde el primer día hicimos muy buenas migas porque él fue quien estaba sentado a mi lado el primer día de clase y quien me ayudó cuando yo me encontraba totalmente perdida. Estudió en Estados Unidos y trabaja aquí en hightech. Es muy interesante conocer la visión del mundo a través de un asiático que se siente bastante occidental.

Laura es una chica alemana muy jovencita (18 años) que se vino a Israel 9 meses como voluntaria. No sabía qué quería estudiar por lo que decidió irse un año fuera para madurar, mejorar idiomas y pensar sobre su futuro. Al parecer en su país existen organizaciones que se encargan de buscar voluntariado en el extranjero para gente joven. Escogió Israel porque sentía que tenía que pagar su deuda particular con este pueblo. Trabaja en una residencia con gente mayor donde hay muchos supervivientes del holocausto...Duro. Además de sorprenderme su elevadísimo nivel de inglés para la edad que tiene, me llama la atención su coraje y su madurez...

Y Elias es un chico judío que vive en París y está aquí con una beca de estudios durante unos meses. Hoy nos contó su historia. La familia de su madre es brasileña, mientras que la de su padre es originaria de Túnez. Al parecer, se tuvieron que ir de allí en los años 60 cuando el país comenzó a ser un lugar hostil para los judíos. Su abuelo, con un mano delante y otra detrás, se fue a París a abrir un pequeño negocio. Cuando éste comenzó a prosperar, se llevó a su familia con él. Vivieron durante bastante tiempo en un habitáculo de 12m2. 5 personas. Gracias a su esfuerzo y sacrificio, el negocio comenzó a dar sus frutos y años más tarde pudieron comprarse una bonita casa. Sus hijos, conscientes de la dureza de la vida, se convirtieron en estudiantes sumamente aplicados y los tres se convirtieron en doctores. Los padres de Elias han dado a su hijo una gran educación. Con ello no me refiero a que le hayan mandado a las mejores escuelas, ni le hayan comprado la mejor ropa. Pero sí le han dado la oportunidad de viajar y aprender de la escuela más importante: la de la vida..

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